Se presentó en la Sala Hugo del Carril una obra costumbrista basada en un personaje místico de la cultura porteña “MIREYA” el musical de tango de Cibrian-Mahler.
Mireille, una joven huérfana que vive con sus tíos en un conventillo de Buenos Aires. Sueña con triunfar en el mundo del espectáculo, junto con su inseparable amigo Miguel. Un día, conoce a un hombre de clase acomodada que la seduce, Manuel protagonizado por Luis Blanco, y su vida cambiará para siempre.
Gabriela Bevacqua a lo largo de la obra ella se adueña del personaje, “MIREYA“. Tiene un protagonismo absoluto, sólo sale de escena para cambios de vestuario. Lo más importante es que muestra los matices propios de la vida trágica de la protagonista, incluso desde el tono de voz y forma de moverse.
Bevacqua saca a relucir su calidad de cantante, así refleja las transiciones de su personaje con la voz. Es la voz principal de la mayoría de las canciones. Ubicadas en tramos donde su personaje experimenta emociones distintas: el anhelo, el amor y la desesperación.
“Mireya no solo representa a la mujer sino que también al pueblo argentino. Es una persona que no para de luchar y ese mensaje nos representa mucho, de seguir adelante”, expresó Gabriela sobre su personaje.
El autor de la obra musical, Pepe Cibrián Campoy, se aleja de los clásicos de la literatura que venía versionando para contar una historia bien porteña. Cibrián usa algunas metáforas en sus letras como las de la ruleta y las estrellas. También agregó el personaje de Leandro Gazzi, “Miguel”, el incondicional amigo de “Mireille”. Que desarrolla sus dotes histriónicos y le da una buena dosis de humor al espectáculo.
Sobre los autores de este musical Bevacqua afirmó: “Es una responsabilidad muy grande pero a la vez una enorme emoción trabajar con la dupla maravillosa que es Cibrian-Mahler. Ya he trabajado en espectáculos anteriores, pero ahora con esta responsabilidad y con este honor de llevar el titulo de la obra y el nombre de este personaje”.
“Es como estar en familia, empecé con Pepe en Drácula. Para mí es un honor, porque ellos acá en el país son una marca registrada, son los inventores prácticamente de la comedia musical. Estar con ellos para mi es muy placentero”, agregó Leandro Gazzia.
Damián Iglesias quien es “Alfredo” puede componer con convicción roles muy distintos. En “Mireya”, tomó la posta de la puesta en escena y dirección de actores. Iglesias supera el desafío de escenificar flashbacks, de alternar prolijamente las escenas de texto con las canciones y de pulir los momentos de violencia.
“Yo vengo trabajando con ellos hace mucho tiempo. Ellos son los precursores del teatro musical. Con esta obra hay algo que se dispara diferente, una obra de teatro con texo y música. Muy orgulloso de haber llevado a cabo la puesta en escena y estar sobre el escenario”, sostuvo Iglesias.
Luis Blanco encarna a “Manuel”, un villano odioso y Lorena García Pachecho hace de la madre de Alfredo. Ella causa rechazo por la rigidez de su forma de pensar. Propia de las convenciones de la sociedad de principios del siglo pasado, preocupada por guardar las apariencias.
A estos personajes los acompaña Nicolás Bertolotto, Diego Basile, Verónica Pacenza y Nayla Vieytes. Todos ellos desempeñan algunos roles secundarios, además cumplir el rol de figurantes para darle vida a escenas que transcurren en exteriores o en reuniones. No se necesitaban más que esos cuatro bailarines para poder lucir algunas coreografías vistosas. Que acompañan la acción dramática y canciones, a veces, con los protagonistas también bailando.
En resumen, el mejor musical de la dupla Cibrián-Mahler de los últimos años, con una actuación exacta de Gabriela Bevacqua. Despliega matices para transitar la vida de Mireya y pone sus habilidades vocales al servicio de una partitura expresiva y notable de Ángel Mahler. Todo esto, enmarcado en la cuidada puesta de Damián Iglesias.
Mirá la entrevista completa con los protagonistas en el siguiente video.
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